Un Tango entre hombres (vídeo)

El tango fue declarado ayer Patrimonio Mundial de la UNESCO en la categoría de "patrimonio intangible".

El tango rioplatense es el baile sensual por excelencia, y encierra en su historia muchos misterios. Algo que pocos saben y que algunos, como Daniel Vidart, uno de los estudiosos más cacareados del baile popular, niega de manera vehemente en su obra "El tango y su mundo", es que el tango nació como baile entre hombres.

Ya Evaristo Carriego, el primer gran poeta de los barrios populares de Buenos Aires, lo testimonia en su poema de 1906, El alma del suburbio”:

En la calle la buena gente derrocha
sus guarangos decires mas lisonjeros,
porque al compás de un tango que es la morocha
lucen ágiles cortes dos orilleros.

Los dos orilleros de Carriego son dos hombres. Del mismo modo, son numerosas las pruebas testimoniales y fotográficas de hombres bailando. Pero que nadie se alarme, pues otro gran estudioso del tema, León Benarós, nos viene a sacar de dudas, aduciendo que esta realidad se fundamenta en el machismo imperante en los suburbios bonaerenses y en toda la sociedad de finales del XIX y principios del XX. Benarós escribe lo siguiente: "Absurdamente es una pareja de varones la primera que se aviene a bailar el tango, en alguna esquina. El tango parecía solamente “cosa de hombres". Indignaría atribuir al acto el más mínimo contenido homosexual. Se trata de una demostración de habilidad, de un lucimiento” (…), la ostentación de saber bailar, el respeto casi litúrgico por aquello que se va haciendo, sin otra intención, sin lubricidad alguna”


No deja de ser curiosa la imperativa necesidad que los distintos autores tienen en justificar la NO homosexualidad del baile. Bien pudo ser como ellos dicen; eso lo dejo a criterio de cada cual.

Pero lo cierto es, sin embargo, que el tango, en tanto que danza de parejas, nació como baile entre hombres, y como tal, permitió a muchos, muchísimos hombres homosexuales, casados o no, disfrutar del paraguas que el baile les ofrecía, para ser por un instante ellos mismos, ante la atenta mirada de aquellos que disfrutaban de sus filigranas, ignorantes que eran de que en cada gesto, en cada mirada de los bailarines, brillaba con luz propia la chispa de la complicidad de su amor.

Os dejo este vídeo que me pasa mi amiga Betina, a quien dedico esta entrada, que rememora aquel tango de los orígenes, el tango entre hombres.


17 Comentarios:

1 de octubre de 2009, 23:43 Anónimo dijo...

Lo escuche más de una vez y siempre me llamó la atención que fuera un baile que en sus comienzos era solo de hombres. Es raro que en las culturas se invente un baile tan sensual en el que dos hombres bailan de esa manera.

Un besito cielo

1 de octubre de 2009, 23:44 Kir dijo...

¡Santi, apareciste! Yo que iba mandarte un mail hoy porque no dabas señales de vida. ¿Dónde te habías metido?

Así que el Tango fue inicialmente un baile entre hombres ¡OMG!. Lo del Benarós es mundial "sin otra intención, sin lubricidad alguna". Ya, ya, claro, claro. Si le quitas las segundas intenciones, le quitas la gracia al tango. Necesita ese toque de lascivia, un sutil goaaar goaaarr. ¿Me captas, no?

Tampoco me convence la excusa de "Se trata de una demostración de habilidad, de un lucimiento". Si quieres lucirte bailas por individual o con otra pareja; no, con el enemigo.

En fin, ya sabes la manía de los machitos de defender su estereosexualidad a capa y espada. Allá ellos y sus traumas, pero allá-bien lejos, lejisísimos.

Un besote

2 de octubre de 2009, 0:31 Juanjo Rubio dijo...

Pues no sabía yo que el origen del tango era plenamente masculino.

En cualquier caso, los bailarines del vídeo se defienden muy bien.

Simpático y curioso post Santi.
Un abrazo.

2 de octubre de 2009, 0:56 Mr. Brightside dijo...

Me quedo con ese párrafo en el que hablas del baile como punto de encuentro, el resto no son más que miedos irracionales que por desgracia todavía sufrimos. Una de las cosas que lamento de la educación que me han dado (que no es muy diferente de la que le han dado a la mayoría) es la falta de contacto entre chicos. Envidio la facilidad que tienen generalmente las chicas para rodearse con el brazo, cogerse de la mano, darse besos, acariciarse el pelo. Eso no lo he vivido yo en mi infancia y ahora siento a mis amigos como extraños cuando por cualquier motivo, por ejemplo, nos rozamos.

2 de octubre de 2009, 8:24 Unknown dijo...

@Alex, y tan raro. seguro que si lo lee un pourista me hunde. Pero seguro también que fue un punto de encuentro de homosexuales allá por los años 80 (de hace 120 años)... Y a ti otro beso.

@Kir. Líos y más líos aunque según mi pareja me paso todo el día delante del PC ¿!??? Las excusas heterosexistas siempren están ahí, para justificar "el orden de las cosas". Afortunadamente siempre hay una piedrecita en su zapato...

@Juanjo. Ya me gustaría a mí bailar así...

@Míster. Lo que dices de la educación heterosexista y el rol de macho, no es para todas las culturas. Piensa en el Magreb o en Italia. En esos lugares el roce entre hombres (heterosexuales) es algo más habitual. Nos han metido tanta mierda en el cerebro...

2 de octubre de 2009, 9:27 Sergio dijo...

muy bonito y muy curioso te quedo, aunque esto empieza a ser un poco lo de Dios y los Ríos de Europa, jeje. Recuérdame que te explique en otro momento lo de los Prehistóricos y los Homosexuales.

2 de octubre de 2009, 11:09 Unknown dijo...

@Sergio, mmmmmmmmmmmmmmm, denoto cierta ironía...... Tampoco se trata de cambiar la historia de las cosas, pero no me negarás que algo del tema pudo haber. Besos

2 de octubre de 2009, 11:58 Francisco Galván dijo...

santi, contigo siempre aprendo algo nuevo. No tenía ni idea de eso. pensaba, supongo que como la mayoría, que el tango nació en los barrios bajos bonaerenses ntre los chulos y las mujeres de mala vida. pero ahora, por lo qcuentas lo mismo que es que en aquella época las mujeres eran tan mojigatas que les parecía excesivo ese contoneo...
Ya que estamos, te recomiendo una novela deliciosa, corta y barata, pero muy interesante: "Corazón de tango" (451 Editores), de Elia Barceló. No es un tango entre hombres, naturalmente, pero es muy emitiva.
Saludos y bien regresado, que yo también me preguntaba dónde andarías.

2 de octubre de 2009, 14:01 Unknown dijo...

Gracias Paco y gracias por la recomendación. Aquí fue puente la semana pasada y yo me lo cogí y... ¡¡¡Nos fuimos a París!!!!! Luego el regreso fue un poco estresante pero ahora ya empieza a estar todo más normal.

2 de octubre de 2009, 19:32 Anónimo dijo...

hola santi!! gracias por la dedicatoria niño! mira, yo no puedo confirmarte ni no hacerlo... acerca de la lucecita de homosexualidad que podía estarse trasluciendo en los principios del tango, si te puedo contar de aquellos saberes populares con los que los argentinos vamos creciendo. Siempre se ha dicho que el tango nace como baile entre hombres en los suburbios del Río de la Plata porque la mujer no era digna de semejante espectáculo (y supongo que tampoco de tales destrezas, según ellos claro).. cuando la mujer comienza a formar parte de este baile, lo hacía apenas moviéndose, aquella que se contorneaba demasiado seguro no era una "señorita decente". Es así que en los orígenes, según nos han contado, el tango entre hombres era señal de hombría, pero ya sabemos que no podemos cerrarnos solamente a los comentarios, verdad? un besito enorme santi, Betina.

3 de octubre de 2009, 11:33 NEKA dijo...

No sabía este dato del tango y me ha gustado el post y enterarme, el vídeo me ha gustado mucho.
Un abrazo Santi

3 de octubre de 2009, 15:00 Juan Carlos López dijo...

Pues yo tampoco lo sabía, con lo que me gusta el tango.

Si me padre levantara la cabeza, pues lo bailaba muy bien, pero no consiguió hacerme aprender, no sé qué diría, pues siempre se consideró muy macho. Al igual que mi tío Juanjo, su hermano, que todavía los canta. Mi tío Juanjo, a quien la familia a veces llamaba Carlitos (por Gardel), estuvo, cuando era joven, cantando un tiempo en la orquesta de Bonet de San Pedro, el del rascayú. Cuenta que lo dejó porque era muy hombre para continuar. Como lo lees.

8 de octubre de 2009, 17:37 Lola dijo...

¡¡Bravooooo!!!! plé y olé menudos pedazos de bailarinesss.
Hay una cosa que me encrispa y me da rabia, como hay tanto machismo, que digan que los hombres que bailan son gays , me más quisieran tener ese arte para bailar.
Me ha encantado graciasssssssss

8 de octubre de 2009, 23:52 alvarodrv dijo...

Me ha parecido de lo más interesante lo que cuentas. No tenía ni idea de esa parte de la historia del tango y no deja de ser ilustrativo que este baile, vendido como un acto de seducción entre hombre y mujer, haya nacido como un salvoconducto de las relaciones hombre-hombre. Si hay algo que me indigna hasta la médula es la tendencia a reescribir la historia y, en muchos casos, sobreescribirla, cuando la verdad, por el simple hecho de serlo, es mucho más bonita que las historias convenientes que a veces pasan a la historia. un saludo!

9 de octubre de 2009, 9:09 Unknown dijo...

@Juan Carlos, como dice Betina en el comentario precedente, bailar bien el tango siempre fue signo de hombría. Pero ojo que masculinidad y homosexualidad no son para nada antónimas. La homosexualidad masculina es de una gama tan amplia como lo es la propia sociedad. Jeje, me reí con lo que dices de tu tío Juanjo. Me he acordado, aunque no guarda relación ninguna que una vez, cuando tenía 12 años, mi padre haciendo gala de su conocimiento del mundo, hizo un comentario en la mesa sobre Arafat que no venía al caso. Dijo: "Arafat es muy limpio, como todos los homosexuales". Aún me acuerdo. Cuántos comentarios habré escuchado en mi vida que denotan la ignorancia de una parte de la sociedad sobre la otra. Lo dicho es aplicable a tantas cosas...

@Lola y @Álvaro, gracias pro pasaros por aquí. Me hace mucha ilusión. Álvaro ayer vi tu blog. Cuentas entre tus seguidores con alguien muy especial. De lo que dices, quería puntualizar como digo más arriba, que tampoco se trata de reinventar nada, simplemente de tener en cuenta que, si el baile se hacía entre hombres, un porcentaje nada desdeñable de ellos serían homosexuales y el mismo baile les daría cobertura, un paraguas para SER uno mismo por un instante.

De todas formas, la historia está repleta de ejemplos en que hombres homosexuales aprovechan coyunturas típicamente heterosexuales para expresar sus sentimientos por su ser querido. Podría hablarse de la Iglesia que paradójicamente (al tratarse de una institución homófoba por excelencia) a lo largo de la historia, y aún hoy, ha sido refugio para gays y lesbianas. Aunque un mejor ejemplo sería el famoso ejército espartano, cuyo grueso lo formaban parejas homosexuales, algo alentado por el propio sistema espartano. Para demostrar su hombría ante su amado y su amor por él, redoblaban esfuerzos en el campo de batalla, luchando hasta la extenuación, convirtiéndose así en la mejor infantería de la antigüedad clásica.

10 de octubre de 2009, 9:06 Mancerista dijo...

¡GRACIAS! INTERESANTE ASUNTO PARA EXPLORAR Y LEER CON UNA ACTITUD DE TOLERANCIA Y RESPETO. Felicitaciones por semejante apremiación en la UNESCO.

Abrazo desde Caracas.

15 de octubre de 2009, 0:39 Unknown dijo...

@ Luis. Sí la historia se leyera siempre desde ese prisma, seguro que sabríamos mucho más de nosotros mismos. Para empezar podría "salir del armario" la historia de millones de personas LGBT que o fue maquillada o aplastada por la apisonadora de la homofobia.