Bombas contra locales de ambiente gay, ¿una nueva moda de crimen homófobo? De la matanza de la Divine a las bombas en Italia, pasando por Tel-Aviv.

El 4 septiembre de 1993 un incendio destruyó la Divine, una discoteca gay de la ciudad chilena de Valparaíso. En el incendio (ver foto) murieron 20 personas. La policía atribuyó el siniestro a un desperfecto eléctrico, sin embargo, todas las pruebas (incluidos varios testigos) apuntaban a que había sido un atentado homófobo a cargo de un asesino apodado el “vietnamita”, un taxista de la ciudad que además se jactó del crimen. Esto no fue suficiente para que la policía y la judicatura lo detuvieran, decididos como estaban a dar carpetazo al asunto. Incluso las protestas de los afectados y familiares se saldaron con abusos policiales de todo tipo. A día de hoy, un asesino continúa disfrutando de la libertad, a pesar de las reiteradas denuncias de grupos LGBT chilenos ante los distintos gobiernos democráticos. El caso Divine, un emblema del movimiento LGBT chileno, es un buen punto de partida sobre el tema de las agresiones homofóbicas sufridas en locales de ambiente LGBT.

Los atentados homófobos sufridos por el público de locales y discotecas de ambiente gay-lesbiano-transexual, se han convertido en una constante demasiado habitual a lo largo de las últimas décadas. Los ataques van desde simples amenazas e intimidación, hasta palizas a la salida de un local, muy a menudo con graves secuelas físicas y psicológicas para las víctimas. Igualmente comunes son las agresiones dentro de los mismos locales, como el ataque homófobo que se perpetró en el local
Strong de Madrid en 2004. Sin embargo, la escala de violencia no se detiene aquí, sino que asciende hasta aquellas agresiones con resultado de muerte, tan habituales en Perú, México o Brasil, por poner sólo algunos ejemplos.

Menos constantes, pero regulares en el tiempo, son los atentados con bombas contra locales de ambiente como el Divine. Tanto es así, que la serie
Queer as Folk (Estados_Unidos) en su 5ª temporada (2005), se hizo eco de este problema, cuando la discoteca emblema de la serie, la Babylon, en pleno acto político contra la Propuesta 14, sufre un atentado con bomba incendiaria, dejando 4 víctimas mortales, entre ellas un protagonista secundario, y 67 heridos, incluyendo Cyndi Lauper que hacía un cameo en ese capítulo, y Michael, uno de los protagonistas principales. Ver vídeo:

Más recientemente podemos repasar algunos atentados, como el que se vivió en el Dios los Cría (DLC), un local gay de Tucumán, en el norte de Argentina. El atentado, perpetrado el 21 de septiembre de 2008, acabó con 15 personas hospitalizadas por principio de asfixia al inhalar el gas lacrimógeno de la bomba. No fue el único, aunque sí el más sonado, ataque de este tipo (con bomba de gas lacrimógeno) que se dio en Argentina el pasado año. Como si de una especie de moda se tratase, las bombas de gas se hicieron presentes en los locales de ambiente. Para muestra un botón: ataque con gas lacrimógeno a una discoteca gay de Recoleta, Argentina, el 2 de junio de 2008.

Mucho más terrible fue el atentado homófobo del pasado 1 de agosto en la sede de la asociación LGBT The Aguda en Tel Aviv, Israel. El asesino, todo apunta a que fue un ultra-ortodoxo judío, entró en el local, abarrotado de jóvenes y adolescentes en plena celebración, y la emprendió a tiros con un arma automática. El resultado fue de 2 muertos y una veintena de heridos, algunos muy graves. Las manifestaciones en el centro de Tel-Aviv no se hicieron esperar y fueron varios miles de personas los que mostraron su repulsa, a la vez que su solidaridad con las víctimas. La reacción de la policía fue insólita, pretendiendo cerrar los locales de ambiente LGBT por precaución, como dando la razón al asesino. El atentado demostró que no se habían tomado las medidas de prevención pertinentes. A veces basta con bien poco: por ejemplo, muchos locales LGBT de Rotterdam (Países Bajos) cuentan con cámaras de vídeo-vigilancia y sistemas de alarma conectados a la policía, precisamente para prevenir estos ataques, o quizá para disuadir. Tal vez en un sitio como Tel-Aviv, una isla en medio de tanta intolerancia, debería haberse tomado algún tipo de medida similar. Sin embargo, parece que los cuerpos de seguridad israelíes no deben creer que proteger a las personas LGBT sea algo prioritario…

Respecto a las reacciones, es especialmente recomendable que leáis el artículo que publicó El Mundo el 3 de agosto. Se trata de una entrevista realizada a Dana Olmert (foto), una activista lesbiana, que es a su vez hija del ex primer ministro israelí, el ultra-conservador Ehud Olmert. Podéis leerla en este enlace. En ella Dana Olmert dice frases como ésta: "Es un crimen contra los homosexuales y lesbianas pero también contra todos aquellos que defienden la libertad y tolerancia. Si se confirma que el asesino es un homófobo, algunos deben hacer una reflexión personal por sus declaraciones intolerantes". El final es significativo, cuando se dice: “Un asesino que ha convertido el sueño gay y plural de Tel Aviv en una sangrienta pesadilla de verano”. Pero mucha Fe tienen que tener los ortodoxos de cualquiera de “las religiones del Libro”, incluida en ellas la Satánica, si creen que podrán acabar con el sueño de un Tel Aviv tolerante; y sino al tiempo.


LA PERSECUCIÓN CONTRA LOS LOCALES DE GAYS, LESBIANAS Y TRANSEXUALES DESDE 2008 EN ITALIA: QUBE, COMING OUT, COLOSSEUM BAR Y UN LARGO ETCÉTERA.

La siguiente estación de este tour de la homofobia contra locales LGBT es Italia. Hoy mismo, 2 de septiembre, hemos amanecido con otra nueva noticia de una agresión homófoba: dos bombas carta han sido hechas explotar esta noche en Via San Giovanni in Laterano, justo delante del Coliseo, calle donde existen algunos cafés LGBT y que se la conoce en Roma popularmente como la “Gay Street” (nada más lejos de la realidad, por eso). El bar afectado es el Colosseum Bar (ver foto) que destaca por su enorme bandera del arco iris al lado del Coliseo. Por fortuna, lo que pudo haber sido una tragedia, sólo se ha saldado con un herido leve y varios desperfectos, aunque el pánico entre las personas LGBT romanas está servido.

La Via San Giovanni, “Gay Street”, viene siendo objeto de ataques homófobos desde hace tiempo. En febrero de 2008, el Coming Out, el bar gay que junto con el Colosseum Bar, todo el que ha ido a Roma ha visto, dada su ubicación, y que es uno de los pocos bares de la capital italiana que se atreve a lucir la bandera del arco iris (además de ser el único bar LGBT que no te pide el carnet del Arcigay para entrar, aunque de esto ya hablaré en otra ocasión), fue quemado con otra bomba incendiaria. También en mayo 2009, pocas horas después de haberse celebrado el Día Mundial contra la Homofobia, la Via San Giovanni amaneció “adornada” con pintadas homófobas.

La lista de incidentes es larga y no se acaba aquí. En la noche del martes 25 de agosto, la discoteca Qube de Roma fue atacada por un grupo de psicópatas que lanzó una bomba incendiaria que acabó quemando el local. Qube es una discoteca de público diverso, pero realiza la fiesta gay más concurrida de la ciudad, la que organiza el Círculo de Cultura Homosexual Mario Mieli (ver foto). Allí también se celebran la mayor parte de las fiestas LGBT de Roma. La noticia, que no mereció la atención de los medios al no haber víctimas (la discoteca estaba cerrada), coincidió en el tiempo con “el affaire Sardelli”. Dos días antes del incendio del Qube, el fin de semana del 22 y 23 de agosto, hubo otra agresión homófoba, en esta ocasión sufrida por una pareja gay cuando ambos salían de un festival homosexual que se hace todos los años en Roma, durante el verano. El agresor fue Alessandro Sardelli que pudo ser detenido y puesto a disposición judicial. Sin embargo, el susodicho iba a ser puesto en libertad bajo caución porque el fiscal, no consideraba oportuno retenerlo. Afortunadamente, no toda la ultra-derecha italiana es ultra-fascista y el propio Alcalde de Roma, Gianni Alemanno (Forza Italia), encabezó la protesta ante el magistrado, logrando que el juez ordenase su encarcelamiento preventivo. No está el horno para bollos, después de todo lo que está pasando. Quizá algunos miembros de este partido (que recoge las migajas de la Democrazia Cristiana) se estén dando cuenta de lo que han fomentado.

Podríamos seguir citando casos, como la denuncia de un ataque homófobo similar al del Qube contra otro local de ambiente gay en Rímini, en Emilia-Romagna, hace 10 días; e Incluso más: en abril de 2009, un grupo ultraderechista atacaba el “Toilet Club” de Milán. Un mes antes, en marzo de 2009, un joven gay era brutalmente apaleado en Cerdeña, mientras que en enero otro chico gay, que además es discapacitado, era agredido ante la mirada impasible de varios testigos en Pordenone, Veneto.

Esto puede llevarnos a pensar que estos actos son fruto de grupos organizados con una estrategia bien definida. También, se podría afirmar, sin exagerar, que toda Italia vive inmersa en una oleada de graves incidentes homófobos, ataques que despegan en 2008 con la llegada al poder del nuevo gobierno Berlusconi y el endurecimiento de las proclamas antigays de la Iglesia Católica que han dado alas a los grupos neonazis y ultraderechistas. Esta pasada noche la Arcigay y la Gaynet (Associazione giornalisti gay) han manifestado su preocupación por la violencia creciente, pidiendo al gobierno que declare la emergenza. Franco Grillini, portavoz de la segunda, ha manifestado que éste “es un gesto terrorista (…) Llega después de una larga serie de actos de agresión y confirma lo que hace tiempo que venimos afirmando: se trata de una verdadera agresión de cuño político a la comunidad LGTB italiana a cargo de fanáticos y de grupos neonazis que se sienten más o menos legitimados por la victoria de la derecha en las últimas elecciones generales”.

Es también significativo el comentario de la ex diputada transexual de izquierdas Vladmir Luxuria, quien sostuvo (con motivo del incendio del Qube) que el país vive “una escalada rapidísima de episodios de odio hacia los gays, lesbianas y transexuales. Nos encontramos ya ante una emergencia civil y sentimos que vivimos en un Estado que no nos garantiza nuestra seguridad".

De nuevo, las libertades y derechos LGBT vuelven a estar en entredicho en Italia. Ya veis que no lo digo yo solo, sino que lo claman bastantes asociaciones italianas en defensa de los derechos de las minorías sexuales y LGBT.

Esto es todo, de momento. Ayer, cuando casi dejé terminado este artículo, quería decir que con el ataque al Qube acababa esta crónica sobre las agresiones de odio homofóbico contra el ocio LGBT. No ha podido ser. Hoy hemos amanecido con el Colosseum Bar. Mañana, tal vez sea una agresión a una pareja de chicas que vayan cogidas de la mano en Londres, o quizá una paliza en la puerta de un bar gay en México DF. Quizá a estas horas ya se hayan vivido nuevas agresiones en cualquier parte del mundo, pero la mayoría no trascenderán, ya sea por miedo, o incluso por vergüenza. A eso hemos de añadir la homofobia de Estado, esa vieja perra que permanece anclada en 79 países del globo y que es alimentada por el odio de un gran número de religiones. No, definitivamente el mundo no es un lugar óptimo para las personas LGBT.

Dejo un ESPACIO EN BLANCO, a continuación, a modo de epílogo por todo lo que éstá por venir y que espero poder seguir denunciando.











































Memorial Nacional canadiense de Vimy (Francia) con algunas fotos.

Muy cerca de Arrás, una ciudad de la región francesa de Nord – Pas de Calais, se encuentra el “Memorial Nacional canadiense de Vimy”, un monumento conmemorativo dedicado a los canadienses que dieron sus vidas en la Primera Guerra Mundial. A mi juicio es, sin lugar a dudas, el monumento de este tipo más espectacular de cuantos existen. El memorial se erigió en tributo de los 66.655 canadienses muertos en esa guerra y además, hace las veces de cenotafio de los 11.285 que carecen de tumba conocida y que fueron declarados como: “desaparecido, presumiblemente muerto en Francia”. El monumento, diseñado por Walter Seymour Allward, fue inaugurado en 1936 y a la ceremonia asistieron lel presidente francés León Blum y el rey de Inglaterra. Más tarde, el 2 de junio de 1940, Hitler, quien por lo visto, y según cuenta el historiador de la Universidad de Ottawa Serge Durflinger, admiraba el memorial canadiense al no mostrar éste ningún mensaje del triunfo aliado sobre Alemania, visitó, junto a diversos altos mandos nazis, el memorial de Vimy. El psicópata-dictador supo apreciar la sencilla elegancia que transmite el monumento, lo cual explica que permaneciese intacto, bueno, más bien se conservó "gracias" al estrecho control de las SS que evitaron que la soldadesca alemana lo arrasase después de la ocupación nazi de 1940.

El memorial de Vimy se sitúa en lo alto de la colina del mismo nombre, un montículo desnudo, salvo por la hierba que dejan crecer las ovejas, sin apenas pendiente en la vertiente meridional, pero más escarpado en la septentrional, lo que permite dominar desde allí una amplia área del país de Artois, región que en otra época era parte integrante de los Países Bajos. En el centro de la colina se levanta el monumento, custodiado por unas sobrecogedoras esculturas, entre las que destaca, por su melancólico misterio, la denominada "Luto de Canadá" (Canada Mourning) (ver las fotos más abajo) bajo la cual, y al pie del conjunto, se sitúa la tumba del soldado desconocido. Todo en sí es de una especial belleza que invita a la reflexión y al recuerdo: Vista panorámica del Vimy Memorial.


No en vano fue justo allí, en esa colina sobre la que se erigió el monumento, donde tuvo lugar un

verdadero infierno en abril de 1917. La llamada batalla de la cresta de Vimy (Vimy Ridge) (9-4-1917) pasó a la historia como una más de tantas batallas estériles que tuvieron lugar en la Primera Guerra Mundial, cuyo único fin era conquistar algún palmo de terreno considerado por algún estúpido alto mando “estratégico”. En aquella ocasión las tropas canadienses se enfrentaron a las alemanas y lograron desalojarlas de la colina. Para ello hizo falta que perdiesen la vida 3589 canadienses y más del doble de alemanes. Algo, sin embargo, insignificante, si tenemos en cuenta que a pocos kilómetros al sur de allí, en torno al río Somme, tuvo lugar en 1916 una absurda matanza en la que perecieron más de 1,2 millones de personas. Fue la llamada ofensiva del Somme finalizada la cual, franceses y británicos lograrían avanzar la línea del frente 8 Km.

Pero la particularidad de Vimy, hoy en día territorio oficial canadiense (cedido a este país a perpetuidad por el Estado francés) es que actualmente es uno de los poquísimos lugares que conserva intacto el paisaje de la guerra: bajo un bosque de coníferas, los cráteres de obuses salpican los campos minados que permanecen aislados por altas vallas electrificadas. El paisaje se completa por túneles y enormes trincheras excavadas en la tierra que todavía hoy permanecen. Vimy cuenta, además, con un estupendo centro de interpretación y un museo administrado por el Gobierno canadiense, ambos muy recomendables.

En los alrededores de Vimy se encuentran otros monumentos funerarios-honoríficos de la Primera Guerra Mundial: algunos son cráteres de obuses donde fallecieron soldados (izquierda); otros son cementerios, como la necrópolis francesa de la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto (derecha).

Todo ello nos da una idea aproximada de lo que debió ser aquella guerra, una de las más estúpidas de la historia de la humanidad, y cuyas consecuencias posteriores son de sobra conocidas: una generación borrada, crisis económica, conflictos, resentimientos nacionales que llevaron a una nueva guerra, mucho más cruel, y el nacimiento de las dos superpotencias del Siglo XX: la URSS y los EEUU.

De vuelta a Arrás, un poco más allá de Vimy y sólo delatado por un pequeño rótulo en la carretera, se abre ante nosotros un cementerio alemán de la misma época. Solos, ante una miríada de tumbas, descubrimos un detalle: aquí y allá, entre cruces clónicas de metal grisáceo, encontramos bastantes lápidas redondeadas que señalan las tumbas de de decenas de soldados judíos alemanes que dieron su vida por su “patria” y el “honor” del Káiser. De pronto, me vino a la cabeza un joven soldado llamado Adolf Hitler, condecorado 2 veces por sus méritos en dicha guerra, mientras en una guardia nocturna pasaba el rato junto a sus dos compañeros, un judío de Nürnberg y un homosexual de Berlin, que le daban conversación para que no se durmiese, siempre atentos para cubrirle la espalda, mientras transcurría otra fría madrugada en la trinchera alemana. Un sacrificio estéril el de aquellos judíos y homosexuales alemanes que no sería recompensado por su propia gente. Y es que en general, las personas humanas no somos más que seres de naturaleza estúpida, desgraciadamente carentes de memoria y de sentido social.

Para saber más:

Wikipedia.org. También podéis ver este vídeo en francés aquí: kewego.es