Recientemente se ha hecho pública la noticia que Barcelona contará en el año 2010 con una biblioteca pública especializada en temas GLBT (Gay, Lésbicos, Bisexuales y Transexuales). La propuesta viene de la concejalía de Drets Civils de l’Ajuntament de Barcelona y, en concreto, hemos de mencionar el papel destacado del concejal Joaquim Mestre, de IC-EV, en esta historia.
Ya en mis tiempos más activistas, y en el ámbito de nuestro grupo universitario Sinver.org, se había discutido la necesidad de una biblioteca GLBT en el espacio universitario. Es, pues, una demanda antigua. Y es que para leer libros sobre homosexualidad, artículos o, simplemente, información desde un punto de vista no heterosexista, a los catalanes no nos queda poco más que Internet y las dos librerías especializadas que existen en Barcelona. Es por eso que es una iniciativa que honra al Ajuntament y desde aquí lo quiero hacer público.
Sin embargo, como en todas las propuestas de nuestro querido consistorio, por encima de lo positivo no deja de resaltar un cierto estrellismo, las políticas de fachada y hasta el inevitable mercantilismo que acompaña, últimamente, a la palabra gay. En este caso, me refiero a que la propuesta de la Biblioteca se pretende integrar en “el Plan Municipal para el LGBT 2010-2014”. Y es que según declaró el Concejal Mestre: “Barcelona será la primera ciudad europea que elaborará, de forma participativa, un plan municipal para garantizar los derechos de ciudadanía de las personas homosexuales y transexuales que viven o visitan la ciudad”. Hasta aquí todo parece genial, sin embargo, ya me conozco la vieja cantinela de la participación ciudadana (es decir, reducida, selecta y secreta). Pero es que además, el realismo se impone al rotulismo mediático, al que tan abonado está a veces el Excelentíssim Ajuntament.
Y es que el realismo se impone cuando tocamos el tema de Bulling. Así, entre las medidas que también adoptará el plan destacan las que se enmarcan en el campo de la Educación, como las de “la lucha para erradicar actitudes y perjuicios en los que se amparan a menudo casos de ´bulling´ entre adolescentes, y las que pueden encuadrarse en el ámbito de la Memoria Histórica, para dar a conocer la represión sufrida por estas personas y "fortalecer los derechos reconocidos".
Ahí es donde entra la conversación que tuve con un psicopedagogo amigo mío el viernes. Me confirmó que actualmente, la educación sexual en las escuelas catalanas es inexistente o, simplemente, se reduce a la divulgación de los métodos anticonceptivos (heterosexuales). La sexualidad apenas se toca de puntillas y sólo se aborda el punto de vista heterosexual. Salvo casos puntuales, el profesorado no habla de la homosexualidad con los alumnos. Sorprende en particular que esto se dé especialmente entre los profesores que son homosexuales y es que éstos tampoco escapan de la discriminacoón; así, para evitarse problemas de acoso por parte de padres o alumnos -en el caso de Institutos-) no aportan su experiencia al respecto. En resumen, el bulling respecto a este tema es tanjodido duro como siempre. Amenazas, acosos, peleas, insultos, discriminaciones, miedo y moratones, es lo que muchos chicos gays, lesbianas o transexuales se llevan a casa a diario. Me gustaría saber entonces a qué se refiere el Concejal con lo del ámbito de la “Memoria Histórica” cuando se trata de este tema.
A pesar de ello, y pese a que no le falta razón al decirlo, según nuestro concejal de Drets Civils, “Barcelona está a la vanguardia de los derechos GLBT en España y en Europa”. Pero, la realidad es que en las escuelas (si bien sí ha habido cambios sustanciales en muchos otros aspectos) no ha habido demasiados avances con respecto a mi época de estudiante de primaria o secundaria o lo que podríamos decirde los días de antaño o simplemente fósil “Memoria Histórica”; cuando mis compañeros me insultaban, en la escuela no se hablaba del tema de una manera didáctica e incluso, cierto número de padres consiguieron que mi profesor de sexto de lengua castellana, el Señor Muñoz, fuera expulsado (es decir, se le debió sugerir que se trasladara a otra escuela) al descubrirse su homosexualidad y propagarse como la pólvora.
Así pues, si el Ajuntament pretende superar el titular y entrar en materia, el Plan Municipal para el LGBT 2010-2014, debe contar con la presencia activa y el comando de las asociaciones GLBT. En mi cabeza me da vueltas aquella propuesta de la Cogailes sobre el hecho de llevar a las escuelas, a modo de conferencia, nuestras experiencias como alumnos gays discriminados.
Por otro lado, son más criticables las motivaciones mercantilistas del Plan. Motivaciones que giran en torno al sector económico y turístico, con sus 600 trabajadores dedicados a los servicios especializados en temas GLBT y el consabido tema de los turistas gays que no sé porqué, vienen masivamente a Barcelona, con la de sitios mejores que hay (Londres, Berlín, Amsterdam…) ¿Siempre que se hacen iniciativas en este sentido, se tiene necesariamente que estar calculando los beneficios económicos? ¿No podríamos valorar simplemente el beneficio social de enriquecer y fortalecer nuestra sociedad culturalmente?
Quizá el Plan será una forma de que las instituciones y las escuelas se pongan las pilas contra la homofobia. De todas formas, esto necesariamente debe pasar por la Generalitat, única garantía de éxito, al disponer las Comunidades Autónomas de las competencias educativas. Si al menos se consigue que la voz de los gays, lesbianas y transexuales se deje oír entre el alumnado, ya será un éxito, pues seguro que hay algún Santi, Sílvia, Sergi o Carles que de mayor lo agradezcan. Y si además, existe una Biblioteca donde se pueda acudir a estudiar e informarse de estos temas, a lo mejor, Santi, Sílvia, Sergi o Carles, descubren que el edifico sexual de esta sociedad está montado sobre estereotipos religiosos e históricos, totalmente equivocados y desfasados; y lo descubren lo suficientemente temprano como para poder pasar una adolescencia tranquila, disfrutando de su sexualidad como el resto de compañeros heterosexuales, sin sentirse culpables, rechazados y discriminados por ello.
Ya en mis tiempos más activistas, y en el ámbito de nuestro grupo universitario Sinver.org, se había discutido la necesidad de una biblioteca GLBT en el espacio universitario. Es, pues, una demanda antigua. Y es que para leer libros sobre homosexualidad, artículos o, simplemente, información desde un punto de vista no heterosexista, a los catalanes no nos queda poco más que Internet y las dos librerías especializadas que existen en Barcelona. Es por eso que es una iniciativa que honra al Ajuntament y desde aquí lo quiero hacer público.
Sin embargo, como en todas las propuestas de nuestro querido consistorio, por encima de lo positivo no deja de resaltar un cierto estrellismo, las políticas de fachada y hasta el inevitable mercantilismo que acompaña, últimamente, a la palabra gay. En este caso, me refiero a que la propuesta de la Biblioteca se pretende integrar en “el Plan Municipal para el LGBT 2010-2014”. Y es que según declaró el Concejal Mestre: “Barcelona será la primera ciudad europea que elaborará, de forma participativa, un plan municipal para garantizar los derechos de ciudadanía de las personas homosexuales y transexuales que viven o visitan la ciudad”. Hasta aquí todo parece genial, sin embargo, ya me conozco la vieja cantinela de la participación ciudadana (es decir, reducida, selecta y secreta). Pero es que además, el realismo se impone al rotulismo mediático, al que tan abonado está a veces el Excelentíssim Ajuntament.
Y es que el realismo se impone cuando tocamos el tema de Bulling. Así, entre las medidas que también adoptará el plan destacan las que se enmarcan en el campo de la Educación, como las de “la lucha para erradicar actitudes y perjuicios en los que se amparan a menudo casos de ´bulling´ entre adolescentes, y las que pueden encuadrarse en el ámbito de la Memoria Histórica, para dar a conocer la represión sufrida por estas personas y "fortalecer los derechos reconocidos".
Ahí es donde entra la conversación que tuve con un psicopedagogo amigo mío el viernes. Me confirmó que actualmente, la educación sexual en las escuelas catalanas es inexistente o, simplemente, se reduce a la divulgación de los métodos anticonceptivos (heterosexuales). La sexualidad apenas se toca de puntillas y sólo se aborda el punto de vista heterosexual. Salvo casos puntuales, el profesorado no habla de la homosexualidad con los alumnos. Sorprende en particular que esto se dé especialmente entre los profesores que son homosexuales y es que éstos tampoco escapan de la discriminacoón; así, para evitarse problemas de acoso por parte de padres o alumnos -en el caso de Institutos-) no aportan su experiencia al respecto. En resumen, el bulling respecto a este tema es tan
A pesar de ello, y pese a que no le falta razón al decirlo, según nuestro concejal de Drets Civils, “Barcelona está a la vanguardia de los derechos GLBT en España y en Europa”. Pero, la realidad es que en las escuelas (si bien sí ha habido cambios sustanciales en muchos otros aspectos) no ha habido demasiados avances con respecto a mi época de estudiante de primaria o secundaria o lo que podríamos decir
Así pues, si el Ajuntament pretende superar el titular y entrar en materia, el Plan Municipal para el LGBT 2010-2014, debe contar con la presencia activa y el comando de las asociaciones GLBT. En mi cabeza me da vueltas aquella propuesta de la Cogailes sobre el hecho de llevar a las escuelas, a modo de conferencia, nuestras experiencias como alumnos gays discriminados.
Por otro lado, son más criticables las motivaciones mercantilistas del Plan. Motivaciones que giran en torno al sector económico y turístico, con sus 600 trabajadores dedicados a los servicios especializados en temas GLBT y el consabido tema de los turistas gays que no sé porqué, vienen masivamente a Barcelona, con la de sitios mejores que hay (Londres, Berlín, Amsterdam…) ¿Siempre que se hacen iniciativas en este sentido, se tiene necesariamente que estar calculando los beneficios económicos? ¿No podríamos valorar simplemente el beneficio social de enriquecer y fortalecer nuestra sociedad culturalmente?
Quizá el Plan será una forma de que las instituciones y las escuelas se pongan las pilas contra la homofobia. De todas formas, esto necesariamente debe pasar por la Generalitat, única garantía de éxito, al disponer las Comunidades Autónomas de las competencias educativas. Si al menos se consigue que la voz de los gays, lesbianas y transexuales se deje oír entre el alumnado, ya será un éxito, pues seguro que hay algún Santi, Sílvia, Sergi o Carles que de mayor lo agradezcan. Y si además, existe una Biblioteca donde se pueda acudir a estudiar e informarse de estos temas, a lo mejor, Santi, Sílvia, Sergi o Carles, descubren que el edifico sexual de esta sociedad está montado sobre estereotipos religiosos e históricos, totalmente equivocados y desfasados; y lo descubren lo suficientemente temprano como para poder pasar una adolescencia tranquila, disfrutando de su sexualidad como el resto de compañeros heterosexuales, sin sentirse culpables, rechazados y discriminados por ello.
2 Comentarios:
Información, información, conocimiento. Hay que aplaudir, por tanto, la creación de la biblioteca.
Y hay que aprovechar esos claros que abren las administraciones, sin confiar demasiado en éstas.
Lamentablemente, la maquinaría política tiende a considerar casi todo aplicando criterios de rentabilidad: económica, de prestigio, electoral... Mira en lo que se han quedado las buenas intenciones del PSOE. Nos vamos de Irak, sí; pero afganeamos y lo que venga. Ley del matrimonio: estupendo; pero no se ataca la rémora de la Iglesia.
La "Memoria Histórica" se refiere en este caso, evidentemente, a lo sucedido durante la dictadura franquista y los primeros años de la transición, quizá. Ya sabes: la Ley de Peligrosidad social y todo eso. Aunque esto es necesario, supone también una cortina de humo sobre las raíces del problema homofóbico, que están en la mentalidad y. por supuesto, la educación. La supuesta transición modélica no nos ha hecho mucho más tolerantes, porque no es tolerancia volver la espaldas y encogerse de hombros: es to a mi no me afecta, que hagan lo que quieran y se casen con quien quieran, mientras... Ahí está la cosa: en los "mientras". Y, más que tolerancia, lo que se precisa es, primero, respeto y conocimiento; después, empatía.
Es cierto que no hay en las escuelas una verdadera educación sexual. Tampoco, me temo, en muchas familias. No basta con el "yo me lo pongo". Los jóvenes necesitan, digamos, ver las cosas, tocarlas, casi, para poder llegar a entenderlas. Son más receptivos de lo que parece; pero hay que hablarles con su propio lenguaje. Y está, qué duda cabe, la presión que el medio ejerce en ellos. Ahora bien, sin negar que exista el 'bulling', que se ceba no sólo en el homosexual, sino, más ampliamente, en el diferente, hay escuelas y escuelas.
A falta de una más decidida política de apoyo a los colectivos homosexuales para que su voz se oiga, a falta de una atención mayor a las iniciativas que, en este sentido, puedan tener las escuelas, cabe observar lo que en estas puede hacerse, y esto sí ha cambiado un poco. Las escuelas tienen, hablo del caso de Madrid, y que siga así, cierta autonomía que les permita acoger actividades de todo tipo. Hace falta poner en comunicación las escuelas o centros de estudios y las organizaciones de gays y lesbianas. Lo que deben hacer las administraciones, en este caso, es, si no facilitar, por lo menos no entorpecer el contacto. Me consta que esto sucede o, mejor, que esto es felizmente posible en algunos ayuntamientos.
Bueno: ya vale.
PS.: He borrado el anterior comentario porque había en él un anacoluto monstruoso.
Saludos.
Publicar un comentario