Ayer, sábado 25 de abril, se vivió una jornada histórica en Islandia. Por primera vez, en 65 años de independencia del país, una coalición plenamente de izquierda accedió al poder. Pero, además, lo hará liderada por una mujer lesbiana y apasionada defensora de los derechos homosexuales (LGBT), Johanna Sigurdadóttir, que se convierte así en la primera mandataria lesbiana del mundo elegida democráticamente (pues ya fue designada en febrero para dirigir un gabinete de crisis). Una doble noticia positiva, tanto para Europa, como para la lucha por los derechos LGBT en el mundo.
LA VICTORIA DE LA IZQUIERDA.
Tras conocerse los resultados de ayer, una coalición de izquierdas controlará el Parlamento Islandés, el Alþingi. De los 63 escaños en liza, 20 han ido a parar a la Alianza Socialdemócrata de Sigurdadóttir y 14 al Movimiento de Izquierda por lo que la suma de ambos partidos, 34 diputados, supera la mayoría absoluta necesaria para formar gobierno. Se produce un vuelco electoral histórico, ya que es la primera vez en 65 años que el centro-derecha, Partido de la Independencia, no estará en el gobierno.
La victoria de la izquierda se veía venir. Tras el colapso del sistema financiero islandés a principios de año que llevó al país a la bancarrota, la opinión pública responsabilizó a los conservadores por su inoperancia. El Presidente se vio obligado a llamara a un gobierno de crisis en monoría a cargo de socialdemócratas y verdes, gobierno que dirigiría el país durante 3 meses hasta la celebración de elecciones. Debido a que la líder socialdemócrata, Ingibjörg Sólrún, se recuperaba de un cáncer, se propuso que el gobierno de transición lo encabezase Jóhanna Sigurdardóttir, ministra de Asuntos Sociales, una candidata inesperada. Sin embargo, su resolutivo papel al frente del gobierno de transición, le ha valido el apoyo de sus compatriotas, pasando así a encabezar la lista socialdemócrata que ha resultado vencedora de las elecciones.
JÓHANNA SIGURDARDÓTTIR Y LOS DERECHOS LGBT.
Jóhanna Sigurdardóttir, abandonó su carrera de azafata para entrar en política en las filas socialdemócratas. En 1978 fue nombrada por primera vez parlamentaria y en 1987 fue nombrada ministra, siendo Ministra de Asuntos Sociales desde 1999. Desde su posición al frente del Ministerio ha luchado por la defensa de los derechos LGBT, de las minorías y de la familia y en 2006 jugó un papel decisivo en la ampliación de la ley de uniones civiles. También en 2002, siendo ministra, se unió civilmente con Jonina Leosdottir, una periodista. Con una gran reputación como política, su gestión al frente del gobierno de transición ha sido valorada positivamente por el 73% de los ciudadanos.
La victoria de la izquierda y la formación un gobierno liderado por una militante por la igualdad de derechos LGBT hace prever que en breve, se aprobará una ley de matrimonio del mismo sexo similar a las aprobada en Noruega y Suecia en los últimos meses. De hecho, esto no cambiará significativamente el status de las parejas gays y lesbianas del país, puesto que desde 1996 ya existe una ley de uniones civiles que fue además modificada en 2006, otorgando a las parejas del mismo sexo derechos similares a los del matrimonio, incluyendo adopción e inseminación artificial para las parejas de lesbianas. Asimismo en Islandia existe una legislación antidiscriminatoria, aunque no una legislación específica que regule la modificación registral de las personas transexuales.
Pero además, la victoria de la izquierda acerca Islandia a la UE. Y es que para muchos de sus conciudadanos, la solución a todos los males pasa ahora por un futuro dentro de la Unión Europea. Esperemos que sigan en ese camino, pues es siempre positivo que un país donde las minorías son cuidadas y sus derechos y libertades son respetados, forme parte del proyecto europeo. Y de rebote, también nos alegramos por el bien de las ballenas, pues de formar parte de la UE, Islandia deberá poner fin a las capturas de cetáceos con supuestos fines científicos. Pero esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión, hoy toca regocijarse.
6 Comentarios:
Pues a regocijarse toca. Y que lo disfruten los islandeses porque no creo que esos vientos nos lleguen aquí ni de rebote. A España le mola la ley del péndulo. Cuando sale de ella, Caín se relame.
Es un buen comienzo,sobre todo por que esta señora parece una gestora competente. Felicidades a los islandeses ¡¡¡
Desde luego, no nos vendría nada mal que entraran en la Unión.
Buena noticia. Un saludo :P
Juan Carlos, Si por péndulo te refieres a que vaya a ganar el Pepé, eso ya lo veremos. Me niego a creer que la gente confíe en que quienes nos metieron en la crisis a ladrillazo limpio, tengan respuestas acertadas para sacarnos de ella... A veces siento envidia de países como Islandia, Suecia, Noruega o Dinamarca donde el porcentaje de analfabestias es tan pequeño en comparación con España...
Me alegro por los islandeses, y por todos nosotros, en general.
todavía tenemos mucho que aprender pero siempre viene bien un empujón de este estilo.
Un hurra por Johanna!!! un ejemplo a seguir.
Hurrrrrrrrrrrraaaaaaaaaa!! Por ser ella le concedemos hasta 500 días de gracia, ¡toma ya! Un beso
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