Ha aparecido un artículo de lo más homófobo en la Web oficial del PP de la localidad extremeña de Guadalupe. El autor se ha cubierto de gloria, y a buen seguro se convertirá en la persona de moda en los círculos más homófobos y retrógrados de su partido. El motivo de su crítica es éste: ¿Cómo es posible que el Gobierno Extremeño dedique una parte de los fondos de cooperación a financiar un proyecto educativo para atacar la homofobia en las aulas chilenas?
Aquí tenéis la dirección del post: PP Guadalupe. La noticia ya está dando la vuelta a Internet, por ejemplo: A la sombra del tomate o Netoraton, así que me limito a hacer de repetidor de lo que ya están diciendo otros, por el bien de la difusión. Como me temo, o mejor dicho, espero que lo retiren en breve, os dejo a continuación un par de fotos y un fragmento del cuerpo principal del mensaje, para que vosotros, con vuestro buen criterio, podáis juzgarlo convenientemente. Confío en que aunque sólo sea por pura estética, pues la homofobia que rezuma el artículo es tan rancia y el mensaje tan rematadamente simplón, la Dirección Regional del PP Extremeño tenga el buen gusto de eliminarlo. Aún más deseable sería que reprobasen y sancionasen al militante que lo ha escrito por su intolerancia, desdén, homofobia e incultura (la madre de todos los problemas). Asimismo, vuelvo a reclamar desde aquí que se modifique la legislación antidiscriminatoria para incluir, de una vez por todas, a la homofobia como causa de discriminación. Con todo y con eso, no me fío demasiado y es posible que el artículo permanezca, pues me temo que comulgue con una parte nada desdeñable de ese partido que pretende gobernar España. Tendremos entonces un buen ejemplo de lo que realmente piensa el PP, y de paso un aviso para navegantes. "Pero si hay algo que clama al Cielo y que en realidad es lo que ha motivado la redacción de este largo artículo, es el hecho de que los miembros de la Junta de Extremadura, tan socialistas ellos y tan partidarios del “todo vale” —recordemos que el dogma de la izquierda es que no hay dogmas—, no contentos con las malversaciones del erario dentro de su propio territorio se dediquen ahora, en un rizar el rizo de la defraudación a propios y extraños —contribuyentes extremeños y cooperadores foráneos—, a financiar mariconadas —tal cual, mariconadas— destinadas a las escuelas chilenas.
A tal efecto, y puesto que al parecer lo que sobra es el dinero, el gobierno socialista extremeño no ha tenido reparos en contribuir al pago de una guía que fomenta la homosexualidad y que va destinada a los escolares chilenos, según puede apreciarse en la página 2 de la propia guía:
Producción: Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh)
Diseño: Gonzalo VelásquezAuspicia: Cooperación Extremeña (Junta de Extremadura)
Colabora: Fundación Triángulo (Extremadura)
Recordemos que MOVILH es una asociación chilena que se atribuye la condición de “brazo político de las minorías sexuales” y que, según la citada guía, “el 10% de la población es homosexual y la culpa de la discriminación hacia los homosexuales es de la Iglesia Católica”.
¡Ah!, se me olvidaba: Respeto total y absoluto para cualquier persona de condición homosexual, se considere o no “liberalizado” como propugna MOVILH. Pero mariconadas las justas, al menos con la parte de mi dinero que llega a Extremadura y malversa su gobierno.
MI COMENTARIO AL RESPECTO:
Visto esto, me indigna que todavía haya cretinos de esta calaña en la política de este país nuestro. Pero lo que me resulta aún más sorprendente, si cabe, es que el mensaje, que sólo puedo calificar de ridículo, falso y arbitrario, provenga de alguien que escribe en nombre de un partido político mayoritario que pretende gobernar España.
Asimismo, me deja anodado, perplejo y estupefacto que alguien pueda creer a estas alturas, en la España de 2009 que “la homosexualidad pueda fomentarse” ¿Cómo? ¿Se contagia? ¿Se enseña? Joder, que me lo expliquen ya, así formaríamos una legión y tomaríamos La Meca y el Vaticano al asalto. Cuánta incultura, ¡por los clavos de Cristo! Me recuerda a la batalla política que se libró a finales de los 70 en California, cuando un Senador ultra-derechista quiso expulsar a los profesores homosexuales del sector educativo. Hasta Reagan se manifestó en contra de la proposición. Obviamente fue derrotada en las urnas. La película “Mi nombre es Harvey Milk” se hace eco de ese episodio.
Lo que el autor del artículo no entiende es que la homofobia en las aulas sí es peligrosa y sí se contagia. La homofobia es causa de suicidios, de discriminación, de fracaso escolar, de crisis psicológicas, de agresiones físicas, de fomento de actitudes machistas, de incomprensión, de trastornos varios que dejan secuela a largo plazo... Sí, definitivamente, fomentar el respeto, la igualdad y en definitiva, los derechos humanos, ya sea en Chile, China o Botswana, es una buena inversión. Claro que para aquellos que están en contra de destinar, al menos, el 0,7% del PIB a proyectos de cooperación, esto quizá les pueda parecer un despilfarro.
Igualmente gracioso, por no decir, penoso, lamentable y estúpido, me resultan las encendidas críticas del autor al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual chileno (MOVILH), que es la ONG que gestiona el proyecto. Entre sus críticas, lo que parece sorprenderle más es que la asociación considere que “el 10% de la población es homosexual y la culpa de la discriminación hacia los homosexuales es de la Iglesia Católica”. Ooohhh, ¡qué descubrimiento! Al autor le pediría simplemente que LEA. De verdad, leer es bueno y no tiene contraindicaciones, salvo si lo único que se lee son panfletos de propaganda electoral de derechas, libros caducos, diarios como “la Razón” y todo ello bien adobado por las tertulias de la COPE; si ese es el caso, le sugeriría que hiciera una cura de serenidad y tolerancia, para limpiarse de todo el odio. Recuerda que el odio lleva al “lado oscuro”…
Pero por si un caso se leyera esto, cosa que dudo, le diré que “lo del 10%” es tan sólo una estimación, pues según todos los estudios e informes sobre el tema, la población homosexual global oscila entre el 7-8% y el 12-14% de la humanidad. Es decir, quizá hasta el 14%... ¿A que da miedo? Es mucho peor que la gripe porcina…
Y respecto a las responsabilidades de la Iglesia Católica, y en general, de las religiones semíticas, le diría que si le es demasiado esfuerzo leer otras cosas que salgan del guión, tal vez simplemente con navegar por Internet, podrá ojear alguna Web de las miles que hablan sobre el tema. No le pediré que se remonte a los libros homófobos de la Biblia, ni a la Historia Medieval donde nos quemaban vivos, ni al genocidio Nazi; baste con ver que en 89 países, todavía hoy, amar a una persona de tu mismo sexo sigue considerándose un delito, y que a pesar de ello, el Vaticano se declare en contra de la despenalización universal de la homosexualidad; o con escuchar al Papa, quien considera que la “homosexualidad es uno de los males de la humanidad cuya magnitud sólo es comparable a la devastación de las selvas” O baste con que personas como tú todavía consideren que la homosexualidad sea “una enfermedad” que pueda contagiarse, o como dices, “fomentarse” a través de la educación. Aunque eso sí es de admirar que tengas la cara dura de decir, justo después del chorreo de homofobia, que: "Ah!, se me olvidaba: Respeto total y absoluto para cualquier persona de condición homosexual". Es algo que últimamente se estila mucho en los mensajes homófobos: primero se ataca y luego se dice que se respeta y es como si así quedara todo exorzizado u olvidado. Mira, se agradecen tus palabras de respeto, aunque sean hipócritas. Yo, por el contrario sí respeto a los heterosexuales, pero a los homófobos como tú no los respeto en absoluto y haré lo que esté en mi mano para combatirlos.