Outing contra los homófobos californianos (II Parte)

Ya está aquí la segunda parte de la historia que os explicaba en el artículo: Outing contra los homofobos californianos (I Parte) sobre la publicación de las listas de los contribuyentes a la proposición 8, es decir, contra el Matrimonio gay-lesbiano, en California.

Para seguir el hilo de la historia podéis ver: La derecha bloquea el matrimonio gay en California

Pues bien, ya se ha publicado la lista de la vergüenza. Y como no podía ser de otra manera la polémica está servida. Al poderse consultar públicamente los datos de las personas que contribuyeron a bloquear la Ley de Matrimonios del Mismo Sexo en California, la gente, que es muy espabilida, ya ha encontrado la manera de difundirlos a los cuatro vientos. Así, alguien ha creado una Web que mediante la tecnología de Google Maps permite situar en el mapa de California a todos y cada uno de los contribuyentes contra el Matrimonio. La web podéis consultarla aquí: Eightmaps.com/

Evidentemente la publicación de las listas en Internet ha provocado que alguna de estas personas reciba llamadas anónimas, amenazas en plan cartas con recortes de revistas diciéndote: "HP, Perra y ese tipo de cosas". De todas formas, recordad que la Ley californiana de transparencia política prevé hacer público quién contribuye a las campañas electorales. Ésta fue una de estas campañas. Así que quienes contribuían en uno u otro sentido ya sabían que luego su nombre aparecería en una lista pública.

Por eso, no me da ninguna lástima que aquellos que invirtieron dinero en quitar un derecho básico a gays y lesbianas, salgan a la luz. Su lucha para que sus vecinos de barrio, ciudad o Estado no disfruten de los mismos derechos que ellos (que se consideran superiores en base a lo que pone en algún lugar del Levítico, libro de la Biblia atribuido a Moisés del que ya hablaremos con más detenimiento), ahora debe hacerse de cara, mirando a los ojos. Debe hacerse en público. Con la Ley en la mano no había lugar para los dobles juegos, las mentiras y la hipocresía. El derecho al anónimato de estos homófobos, de estos que apostaron por el bando de la homofobia, la intolerancia y el recorte de derechos sociales, NO ha lugar.

Debo decIr que no estoy de acuerdo con las amenazas anónimas, pero sí con el cara a cara. Si mi vecino/a fuera uno de ellos, iría a hacerle una visita. Gustosamente le haría un escrito indicándole todo aquello en lo que me ha perjudicado y, le diría todo lo que pienso al respecto. Si fuera mi compañero de trabajo haría lo mismo y se lo diría en público; la verdad por delante. Si fuera un conocido le retiraría el saludo. El día a día es demasiado jodido duro para que encima tengamos que convivir arrinconados contra la homofobia.

Así pues, por una vez en la vida me alegro que los arrinconados sean ELLOS aunque sólo sea por unos días. Espero que les sirva de lección y que experimenten en su piel la frustación que un matrimonio de lesbianas, con hijos, de Los Ángeles, puede sentir en este momento. Si han pagado por restringir derechos a sus vecinos, creando de este modo una especie de sociedad dual, haberlo pensado antes. No, no me dan ninguna pena.

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