A) La buena noticia: Fernando Ferrín Calamita condenado. Sí, el Juez de familia de Murcia, del que ya hablé hace un mes acerca de su famosa y estúpida frase referida a que los niños adoptados por homosexuales son cobayas humanos ha sido condenado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región de Murcia a la pena de dos años, tres meses y un día de inhabilitación para empleo o cargo público (menos es nada) por retrasar de forma maliciosa la adopción de una menor que había sido solicitada por la compañera sentimental de la madre biológica. La condena le obliga también a indemnizar con 6000 Euros a la pareja lesbiana demandante y de paso, a pagar las costas del juicio y de la acusación. Esperemos que cumpla íntegramente la condena, que no vuelva a ejercer y que con sentencias como ésta, emprendamos el camino para limpiar de homofobia las instituciones del Estado.
B) La mala noticia: es que seguimos sin encontrar un bozal a la medida de la bocaza de Benedetto XVI. Este individuo se ha propuesto crear un clima tal de homofobia en Italia que acaben por encerrar a todo gay, lesbiana y transexual en campos de concertación. No es para menos. La última que soltó ayer día 22 de diciembre es que “salvar a la humanidad” de las conductas homosexuales y transexuales es tan importante como evitar la destrucción de las selvas tropicales”. Pues sí, la frase por absurda e imbécil no merecería ni ser comentada. Salvo que el individuo que la ha soltado es Cabeza de una Iglesia que cuenta con 1.500 millones de fieles. Otra perla que nos dejó fue la siguiente frase: La Iglesia “también debe proteger al hombre de la destrucción de sí mismo. Se necesita una suerte de ecología del hombre" en clara alusión al tema de la homosexualidad.
B) La mala noticia: es que seguimos sin encontrar un bozal a la medida de la bocaza de Benedetto XVI. Este individuo se ha propuesto crear un clima tal de homofobia en Italia que acaben por encerrar a todo gay, lesbiana y transexual en campos de concertación. No es para menos. La última que soltó ayer día 22 de diciembre es que “salvar a la humanidad” de las conductas homosexuales y transexuales es tan importante como evitar la destrucción de las selvas tropicales”. Pues sí, la frase por absurda e imbécil no merecería ni ser comentada. Salvo que el individuo que la ha soltado es Cabeza de una Iglesia que cuenta con 1.500 millones de fieles. Otra perla que nos dejó fue la siguiente frase: La Iglesia “también debe proteger al hombre de la destrucción de sí mismo. Se necesita una suerte de ecología del hombre" en clara alusión al tema de la homosexualidad.
Llegados a este punto debo decir que la Iglesia Católica empieza a darme miedo. En particular este siniestro hombrecillo (que pese a pretender imitar a Santa Claus con su sombrerito de piel de armiño, para luego apuntarse a lo ecológico, no es amigo delos niños) que la dirige y cuyos antecedentes nazis no preconizaban nada bueno. Me pregunto, igualmente, si la legislación europea no debería intervenir, pues al fin y al cabo y por mucho que donde resida sea un Estado Soberano, este hombre se encuentra en suelo europeo y está trasgrediendo las leyes de un gran número de países que cuentan con legislaciones antidiscriminatorias por razón de orientación de sexo o de identidad sexual, entre ellos España, Francia, Suecia, Holanda, Dinamarca, Alemania o Bélgica, por poner sólo algunos ejemplos. También se me ocurre que si se interpone una demanda contra este individuo por homofobia y alentar la discriminación, cuando visite uno de estos países, ¿no debería hacerse como se hizo con Pinochet, es decir, retenerlo bajo arresto domiciliario y tratar de extraditarlo y juzgarlo?
Va siendo hora que la Iglesia asuma las consecuencias de sus actos. Si el Juez Ferrín Calamita puede, debe y finalmente es condenado por homofobia y prevaricación, la Iglesia, institución transversal presente en todos los Estados, también debería serlo. No se me ocurre ninguna razón evidente por la que no debieran interponerse demandas (y en consecuencia, que los jueces actuaran) contra este individuo (y sus obispos y cardenalas) que deambula por Europa fomentando el odio y quebrantando leyes antidiscriminatorias.
Va siendo hora que la Iglesia asuma las consecuencias de sus actos. Si el Juez Ferrín Calamita puede, debe y finalmente es condenado por homofobia y prevaricación, la Iglesia, institución transversal presente en todos los Estados, también debería serlo. No se me ocurre ninguna razón evidente por la que no debieran interponerse demandas (y en consecuencia, que los jueces actuaran) contra este individuo (y sus obispos y cardenalas) que deambula por Europa fomentando el odio y quebrantando leyes antidiscriminatorias.
Ver noticias en: Caso calamita ; El papa compara
1 Comentarios:
No lo verán tus ojos eso de que detengan al Papa, pero desde luego, con las leyes en la mano y si hubiera verdadera justicia este hombre y toda su jererquía deberían estar en la cárcel.
Ya he publicado el extracto del posts que te comenté ayer. Si lo queres ver...
http://nireblogg.wordpress.com/2009/12/10/habia-oido-hablar-de-esta-noticia/
Saludos
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