Una receta de Tiramisú y un poco de historia...

El tiramisú es uno de mis postres favoritos y, por qué no, un postre frío ideal para sorprender en cualquier fasto navideño. Y es que tanto turrón, polvorón y las tradicionales neulas (esos palitos insulsos de pasta fina que se rompe en cuanto la rozas y que se comen por simpatía, es decir, sin ningún placer) agotan a cualquiera. Además, recordemos que en Argentina, Chile o Australia la Navidad coincide con el verano. Sea por esto o por aquello mi apuesta de estas fiestas es zamparme un buen trozo de tiramisú.

El tiramisú tiene un origen reciente. Por lo visto las teorías sobre su origen son varias y de lo más variopinto. La que le otorga más antigüedad es aquella que dice que es un dulce sienés que se elaboró en honor de una visita del duque toscano, Cosme III, a la ciudad; la más difundida es la que dice que nació en un restaurante de Treviso "Le Beccherie" de la mano de Roberto Linguanotto apodado Loli (que no la Loli, no os vayáis a confundir). Sin embargo, la que a mí más me gusta es la que le otorga un origen algo más sórdido. Por lo visto, parece que el tiramisú fue un dulce que se difundió por los prostíbulos de Treviso (Veneto) en los años cincuenta, cuando éstos disponían de cocinero. El pastel se servía como revitalizante energético para los clientes y servía para "tirar su” (hacia arriba)... Más adelante, saltaría a los restaurantes del Norte de Italia, adquiriendo así fama internacional.

He probado muchos tiramisú. Los hay diversos: con o sin huevo; con galletas, bizcochos u otros; con nata o mascarpone, etc. Uno de mis favoritos es el que se sirve en el Caffè di Aversa en la calle Escipió de Barcelona. De hecho, diría que es el mejor tiramisú que puede degustarse a este lado de la Plaza Lesseps, y si me apuras, a este lado del Besòs. Aquí os dejo esta receta que “he robado” para vosotros, para que probéis en casa, durante estas fiestas o cuando queráis. Su preparación resulta sencilla, pues el tiramisú del Caffè di Aversa no lleva huevo:

TIRAMISÚ (sin huevo)

Ingredientes:
200 ml de café recién hecho,
200 ml de licor de café (Tía María, Kahlua, etc.)
Galletas Bizcocho Fontaneda u otra marca (una caja)
125 ml de nata para montar
Aproximadamente 200 gramos de azúcar glas o glasé
500 gramos de queso Mascarpone
Cacao puro

Preparación:
1) Batir el queso Mascarpone hasta que esté suave y uniforme. Añadirle aproximadamente 50ml de licor de café y 50 gramos de azúcar glasé o algo más, según gusto.
2) Montar la nata con aproximadamente 50 gramos de azúcar glasé. Cuando esté montada, combinarla suavemente con el queso Mascarpone.
3) Hecho esto se debe forrar la base de un recipiente con una capa de galletas.
4) Mojar las galletas con el café y el licor (dos tercios de café, un tercio de licor)
5) Extender sobre las galletas humedecidas, una tercera parte de la mezcla de queso y nata. Si se desea un tiramisú más dulce se debe esparcir azúcar glasé por encima.
6) Ahora toca hacer dos capas más, repitiendo los pasos 4 y 5 dos veces, sobre sendas capas de galletas, hasta obtener un tiramisú de tres pisos.
7) Finalmente, se cubre la preparación con una capa fina de cacao puro.

Acabada la faena, deberéis aguantar las ganas un poco más, ya que el pastel debe permanecer en la nevera, ¡y en reposo!!, durante unas cuantas horas antes de ser servido. Tras la espera, se abre la veda... Espero que os guste mucho...